Jūratė is the Baltic goddess of the sea, who lived in a palace made of amber (the healed tears of ancient trees) on the ocean floor. She fell in love with a human fisherman and brought him to her palace - but the mixing of the two worlds angered the Thunder God and he killed the fisherman and destroyed Jūratė's palace (and heart), shattering it into a million pieces that wash up on the Baltic seashore to this day. Jūratė cries tears of amber that are considered healing talismans because though they are born of tremendous grief, they are measured by profound love.
This painting shows Jūratė as she slowly sinks to the bottom of her grief, comforted and held by teh ocean realm that protects and understands her. Just as Jūratė cries tears of amber, we must remember that we cry tears that are saline like the ocean, and that teh ocean holds and understands us, too. The ocean is profound enough to hold our strongest emotions, and we can find and restoreour strength in that.
Jūratė es la diosa báltica del mar, que vivía en un palacio hecho de ámbar (lágrimas curadas de los árboles antiguos) en el fondo del océano. Ella se enamoró de un pescador humano y lo llevó a su palacio, pero la mezcla de los dos mundos enfureció al dios del trueno y él mató al pescador y destruyó el palacio (y el corazón) de Jūratė, rompiéndolo en un millón de pedazos que se lavan en la costa del mar Báltico hasta el día de hoy. Jūratė llora lágrimas de ámbar que se consideran talismanes curativos porque, aunque nacen de un tremendo dolor, se miden con un profundo amor.
Esta pintura muestra a Jūratė mientras se hunde lentamente hasta el fondo de su dolor, consolada y sostenida por el reino del océano que la protege y la comprende. Así como Jūratė llora lágrimas de ámbar, debemos recordar que lloramos lágrimas que son salinas como el océano, y que el océano también nos sostiene y nos comprende. El océano es suficientemente profundo para contener nuestras emociones más fuertes, y podemos encontrar y restaurar nuestra fuerza en eso.